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A Maria Antonia Josepha Johanna von
Habsburg-Lothringen, mejor conocida como María Antonieta de Austria, se
le atribuye la siguiente frase: ‘¿No tienen pan? Que coman pasteles?’ El problema
nuestro consiste en que en este preciso momento, en el que a la mayoría de los
guatemaltecos no le alcanzan sus ingresos para cubrir el costo de la canasta
básica, es cuando nuestro rey de paso prohíbe, como medida para ahorrar, la realización
de pactos colectivos.
Estoy de acuerdo con ello, siempre que a los
desposeídos de toda la vida, entre los que se cuenta la inmensa mayoría de los
empleados del Estado, se les dé casa y alimentación en las granjitas, en los
chaletitos a la orilla del mar, y se les reparta una porción de las utilidades
que perciben el rey y la virreina por los ahorritos que tienen fincados en
bancos del exterior.
Ya está probado por diversos medios de comunicación
que tales posesiones no habrían sido posibles de adquirir si se toma en cuenta
los ingresos que, por salario, les corresponden a ambos miembros de la realeza
local. Entonces, ¿no sería bueno que para ‘ahorrar’ jamás hubieran existido
tales compras e inversiones?
En cuanto a los pactos colectivos, hay los que
verdaderamente se aplican a las necesidades de los empleados y los que se
llevan a cabo en razón de maniobras políticas--no sé por qué me viene a la
memoria el nombre de Joviel Acevedo-- para paliar tormentas que si bien no
llegarían a revoluciones como la de 1789 en Francia, harían muy dificultosos
los reinados de paso.
Prohibir los pactos colectivos además de evidenciar
el desconocimiento de la Constitución es una medida ridícula. Pero de grandes
soirées, inversiones solapadas, gastos fastuosos y ridiculeces está plagado el reinado actual. Y
los pobres, que son más del 50% de la población, que coman pasteles.