miércoles, 27 de agosto de 2014

La magia y los fantasmas que moran en mi blog y en mi muro de FB

La Foto de La Columna de Ana

Existen, en el ciberespacio, tres blogs míos. Los primeros dos: La Columna de Ana y Crónicas, que abrí y mantuve a partir de 2006. Una tercera, La Columna de Ana II, que abrí en agosto del año pasado. Por razones que están fuera de mi comprensión, el año pasado no pude entrar a las dos primeras, motivo por el que abrí La Columna de Ana II.
Es cierto que el blog no lo uso para pegar en él las fotos de la familia ni publicar mi poesía. Me permito siempre el placer de hablar del cielo, las estrellas, los planetas, las lluvias de meteoros y eventos similares, pero en general lo he utilizado como usan los periodistas de todas partes del mundo sus blogs: para comentar lo que sucede en el día a día.

La excepción la constituyó Crónicas, donde siempre hablé de sucesos cercanos, familiares, a manera de relatos. Pero estando unida al primer blog de noticias, ya no he podido entrar a él. Un día de estos voy a crear Crónicas II.

Es este el tercer blog en la cadena que les he referido. En el primero tenía una fotografía similar a la que inicia este pequeño relato sobre mis peripecias blogueras, que comenzaron el año pasado.

Al blog actual le faltan algunos detalles, pero prefiero dejarlo así y tener el espacio para comentar, con la libertad que me caracteriza, no solo lo que me interesa a mí sino cuestiones que pueden interesarle a otras personas.

Y así pienso seguir. Siempre les digo a mis alumnos que la felicidad la da, sin duda alguna, trabajar en lo que a uno le gusta. Como periodista, como escritora, como profesora, mi vida es placentera.

Perdóneseme este exabrupto personal, prometo no volver a hacer cosa semejante a menos que blogs y páginas de FB hagan las peripecias que les ha dado por hacer en los últimos tiempos, escurriéndoseme entre los dedos como arena seca.

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