Es
cierto que el blog no lo uso para pegar en él las fotos de la familia ni publicar
mi poesía. Me permito siempre el placer de hablar del cielo, las estrellas, los
planetas, las lluvias de meteoros y eventos similares, pero en general lo he
utilizado como usan los periodistas de todas partes del mundo sus blogs: para
comentar lo que sucede en el día a día.
La
excepción la constituyó Crónicas,
donde siempre hablé de sucesos cercanos, familiares, a manera de relatos. Pero
estando unida al primer blog de noticias, ya no he podido entrar a él. Un día
de estos voy a crear Crónicas II.
Es este
el tercer blog en la cadena que les he referido. En el primero tenía una
fotografía similar a la que inicia este pequeño relato sobre mis peripecias
blogueras, que comenzaron el año pasado.
Al blog
actual le faltan algunos detalles, pero prefiero dejarlo así y tener el espacio
para comentar, con la libertad que me caracteriza, no solo lo que me interesa a
mí sino cuestiones que pueden interesarle a otras personas.
Y así
pienso seguir. Siempre les digo a mis alumnos que la felicidad la da, sin duda alguna, trabajar en lo que a uno le gusta. Como periodista, como escritora, como
profesora, mi vida es placentera.
Perdóneseme
este exabrupto personal, prometo no volver a hacer cosa semejante a menos que
blogs y páginas de FB hagan las peripecias que les ha dado por hacer en los
últimos tiempos, escurriéndoseme entre los dedos como arena seca.
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miércoles, 27 de agosto de 2014
La magia y los fantasmas que moran en mi blog y en mi muro de FB
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