jueves, 3 de septiembre de 2015

LOS DINOSAURIOS NO ENTIENDEN QUE YA MURIERON


Los militares que jugaron sus infames partidas durante la guerra creen que todavía pueden seguir martirizando a los guatemaltecos. Responsables del 97 por ciento de las matanzas en los años más duros del enfrentamiento, regresan a la carga, bastante más viejos, plagados de enfermedades de la senectud, pero con la estúpida idea, en lo que les queda de cerebro, de jurar públicamente que este país está cundido de comunistas, el pretexto para seguir aferrados a la corrupción, que bien la han manejado y bien la conocen.

(Si algún comunista queda aún en el mundo, podrá ser un viejo que toma un vaso de vino en una taberna de pueblo, en Europa, antes de coger el bastón en camino a su casa.)

Los aliados de siempre de los dinosaurios, los miembros de la oligarquía, viendo que se les venía abajo el tablado que armaron en las elecciones pasadas, se apresuraron a buscar sangre nueva, y no podemos decir inocente porque no es ese el término que describe a Neto o a Nito –nunca recuerdo a quien personifica Jimmy en esa mascarada que es un insulto a la etnia maya.

Los dinosaurios, en su desesperación ante una ciudadanía pacífica pero encabronada que semana a semana, con banderas y pancartas lograron botar a un gobierno, el más corrupto de la historia patria, decidieron, como los vampiros, buscar sangre nueva.

La encontraron en Jimmy. Y con sus adláteres, los oligarcas, mandaron a hacer encuestas y nos las ponen frente a los ojos para que temblemos y nos demos por vencidos. Para convencer a los jóvenes de las áreas urbanas, a quienes no les ha tocado jamás defender terrenos, ni agua, ni espacios de diversa índole frente a la policía, provista de bombas lacrimógenas, de garrotes, de balas.

Los jóvenes urbanos, que sueñan con los juguetes electrónicos más flamantes, sí que pecan de inocentes y creen que es bueno votar por Jimmy. 'Es joven', arguyen. Como si la juventud fuera un antídoto para la descomposición moral que conduce a la corrupción. Y regresan a su sueño del dron que va a comprarle el padre o la madre, sin percatarse que lo que vuela a su alrededor es un vampiro. 

1 comentario:

  1. Maravilla de columna. Una opinión valiente, como siempre, con mas huevos que muchos que se dicen hombre. Te amamos Ana María...digna represetnante de los y las guatemaltecas dignas.

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