domingo, 5 de octubre de 2014

Claroscuro de fin de semana

Motivo central del mural, restaurado

Amanecí en claroscuro, como si me hubieran pintado Caravaggio, Tintoretto o Rembrandt. La parte clara correspondía a la invitación que voy a hacer para que más guatemaltecos disfruten del blog Golem, de mi amigo español Ángel Felicísimo. Una maravilla de espacio. Escrita como Dios manda. La escogencia de temas extraordinaria. Un territorio digno de admirar y de aprender. Lo máximo.

Su más reciente post: sobre frescos góticos en Daroca, Zaragoza. Allí la iglesia de San Miguel conserva un gran panel en un ábside, pintado al temple en el siglo XIV. Ángel nos cuenta que su conservación es casual porque durante la Edad Media, las iglesias hacían las veces de  hospitales en caso de las epidemias que azotaban a las ciudades. Y ‘durante esos episodios, los muros eran encalados, con lo que la ornamentación se perdía irremisiblemente’.

A continuación recordé la noticia de El Periódico que relata claramente cómo le ha sido asignado al ejército de este país la educación en valores y liderazgo a los jóvenes guatemaltecos y adquirí unos tintes más oscuros que el negro.

En efecto, durante el último mes, oficiales del ejército, acompañados por soldados armados, han impartido un conjunto de charlas a los jóvenes de algunos institutos públicos. Las declaraciones oficiales afirman que los soldados entran desarmados a las aulas; pero las fotografías muestran claramente lo contrario.


No creo que la llegada del ejército a los institutos mejore en nada las capacidades de los estudiantes ‘en valores y liderazgo’, pero así andamos.

Vamos a Golem.

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